Involucrar a los niños dentro del mundo del tejido es una buena opción, fomenta la paciencia en primer lugar; después de aprender lo básico, empieza a ser muy relajante, meditativo y sencillo. Debe haber motivación constante para fomentar su interés.
Es excelente para mejorar las relaciones ya sea con otros niños o con familiares cercanos, su creatividad es ilimitada por que ellos elijen el material o el tejido a realizar. Sienten una gran satisfacción al crear una prenda y al mismo tiempo desarrollan sus habilidades motoras, su coordinación, su concentración y los ayuda con las matemáticas todo esto les ayuda en las actividades que realizan día a día.